Hablar de música es hablar de nuestra propia existencia, ya que, desde los inicios de la humanidad el sonido ha estado presente, ya sea como un medio para comunicar, de expresión artística, representación cultural e identificación, entretención, estimulador de experiencias y en la actualidad, una herramienta para la sanación emocional, espiritual y física.
Desde que nos encontramos en el vientre materno, siendo tan solo un feto nos vamos familiarizando con los sonidos provenientes del exterior, y estos a la vez estimulando nuestro desarrollo cerebral creando nuevas conexiones y redes neuronales. A partir de esta etapa, el sonido, y las voces que oímos a través de nuestra madre se da comienzo a la formación del vínculo de apego.
Cuando escuchamos música ocurre la sensación en el aquí y ahora del momento presente, si bien, podemos traer a nuestra mente experiencias ya vividas como imaginadas, y viajar al pasado, presente o futuro. A través de la música experimentamos un abanico de sensaciones y emociones, conectamos con nuestros íntimos sentimientos y permite la expresión de ellos. Como ya sabemos la música es una gran fuente de expresión emocional y de creatividad. Más allá de su cualidad artística, la música es capaz de potenciar o disminuir nuestra actividad mental según los sonidos recibidos del mundo exterior.
¿Sabías que el mensaje de la música es la emoción?
La música es un tipo de lenguaje, por lo tanto comunica y se expresa en emociones, como lo son la felicidad, alegría, ternura, admiración, placer, tranquilidad, tristeza, nostalgia, decepción, rabia, odio, entre tantas más. Y es que la música tiene la cualidad de ser simbólica, esto quiere decir, que ciertos sonidos tendrán un significado para cada uno, nos puede pasar con letras de canciones en que podemos identificarnos por nuestra propia historia personal o en situaciones de nuestro entorno.
La música además posee una cualidad social, ya que está presente en todas las culturas, con sus valores e identidad que las caracteriza. Promueve el encuentro de personas, grupos, comunidades, generaciones, y estilos, donde la unión se fortifica mediante la música en común, permitiendo así el sentido de pertenencia con otres y la diferenciación. En este sentido, un detalle interesante es que la música se sustenta en los principios universales y en el inconsciente colectivo del mundo, de modo que podemos ir dimensionando la enorme influencia en nuestra mente.
Por otro lado, la música posee la capacidad de aumentar la emoción en todos nuestros sentidos mediante la estimulación de la audición, la visual, el tacto y la cinestesia. Un ejemplo de ello, lo observamos en las películas, obras de teatro, novelas, entre otras, en que la utilización de determinados sonidos y música no quedan al azar, son seleccionados a partir de la concordancia al tipo de contenido, escena e imagen que se mostrará para intensificar las emociones a conseguir en los espectadores. Nuestros canales sensoriales están estrechamente relacionados con la emoción, pensamientos y conducta, por ende los sonidos musicales se transforman en procesos psicológicos como son la atención, la percepción, el aprendizaje, el lenguaje y en la memoria.
Por lo tanto, la música que escuchamos tendrá efecto en nuestro ánimo, afectos y comunicación ya sea a nivel personal como relacional. Es aquí donde te invito a reflexionar acerca de las siguientes preguntas:
• ¿Cual es la música que acompaña a tu diálogo interno emocional?
• ¿Has notado cómo es tu preferencia musical en un determinado momento o situación, según el estado emocional en el que te encuentras?
Hablemos ahora del poder de la música en la sanación
Existen diversos estudios de los efectos de la música y el significativo impacto en los tratamientos de enfermedades y dolencias físicas como mentales. La musicoterapia ha demostrado resultados favorables en la utilización de la música como una herramienta terapéutica para generar estados de bienestar y mejoría, ya que los sonidos musicales influyen en nuestro sistema límbico, lugar donde yace todas las emociones. Profesionales dedicados a este tipo de terapia han aplicado en casos como de demencias, depresión, ansiedad, duelo, enfermedades de tipo física, y otras, y los resultados indican el alivio de malestares y múltiples beneficios tales como:
• Estimula los sentidos y la imaginación
• Mejora la capacidad de atención
• Mejora en la memoria inmediata y en la memoria a largo plazo
• Fomenta la creatividad y la reflexión
• Permite la adquisición de aprendizaje y el desarrollo de mayor inteligencia
• Mejora la comunicación y escucha
• Permite la adquisición del lenguaje
Sin embargo, para que la música pueda sanar, debe proveer cuyos sonidos que en la persona genere estado de bienestar mental y/o corporal. Es el sonido el que determinará el efecto emocional en la persona y estos podrán reflejarse en sus pensamientos incluso en la conducta. De modo que, la intensidad del estímulo sonoro generará la respuesta emocional.
En conclusión, nuestro mundo interno, se expresa a través de la música, bien sea porque nos identificamos por nuestra historia de vida, por la apreciación de ciertos estilos musicales y artistas, por el recuerdo que nos trae al presente una canción, por el disfrute y placer que nos genera, por la emoción y sentimientos que despierta, y otras muchas razones que cada uno tendrá. Por lo mismo, la música es más que un sonido que entra por nuestra audición y afecta nuestra psiquis, la música es también aquella que conversa con nuestra mente y nosotres con ella, en una danza continua de estímulos y respuestas en emociones y sensaciones.
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