El paradigma sistémico
Seguramente te resulta algo obvio pensar en que tu familia tiene una influencia en ti, quizás explícita o implícita, pero quizás no te has detenido a pensarlo lo suficiente, en cómo de alguna forma han dejado una estampa en tu forma de relacionarte con el mundo, en tus hábitos, en lo que quieres o no quieres ser, entre otras cosas.
La psicología sistémica considera al individuo inserto en un contexto, el cual será sumamente relevante para entender a la persona, a su vez, se adentra en el tejido de las relaciones familiares para comprender cómo estas influencias dan forma a la identidad y experiencias individuales. Desde el paradigma sistémico, la familia es el sistema que forma y define el desarrollo de la persona desde su concepción, dejando huellas en la persona que se manifestarán a lo largo de su vida, así, las influencias familiares se manifestarán de una u otra forma en el comportamiento del individuo ya que los problemas de un individuo no existen en el vacío, sino que están influenciados y se manifiestan en el contexto de las relaciones familiares y sociales. Esto en base al postulado de totalidad, que implica que en este sistema las interacciones no se explican por el análisis de sus partes en forma aislada, sino que la dinámica de las partes en su conjunto, ya que todos los elementos se encuentran conectados entre sí y funcionan en conjunto para mantener la homeostasis del sistema.
La familia
El concepto de familia puede tener una interpretación distintiva para cada persona. Según los planteamientos de Salvador Minuchin, por “familia” entenderemos un sistema abierto, que posee límites (claros o difusos) con respecto al mundo exterior, es decir, presentan sus propias reglas, pautas de complementariedad, roles, jerarquías y mantenimiento de vínculos, manteniéndose en permanente intercambio de información con el mudo externo, además de que sus partes están interconectadas y comparten vínculos emocionales, sociales y psicológicos. A pesar de la diversidad que puede implicar el concepto, es posible entender que estas características mencionadas estarán presentes de distintas maneras en las distintas familias, por lo cual, no hace falta que tu familia sea de una manera específica para poder identificarla en esta conceptualización.
Influencias familiares
La familia resulta la primera instancia de socialización, donde los niños aprenden patrones de comportamiento, valores y normas culturales. Los roles asignados en la familia modelan expectativas y definen cómo se espera que los individuos interactúen en su entorno social más amplio. Por ende, la “normalidad” será definida por cada familia para cada una de sus partes.
Influencia será una forma más sencilla de llamar a los patrones familiares, aquellos que se repiten de generación en generación y que muchas veces pasa desapercibido por nosotres mismes; desde la infancia, se absorben patrones de comportamiento, valores y creencias que influyen en el mundo emocional de la persona. En general, resulta difícil identificar estos modelos ya que suelen estar muy integrados en la persona, al punto de que no se ponen en duda. Además, estos patrones se transmiten también en forma de creencias, arraigadas en la historia, que se reflejan en experiencias compartidas y valores, siendo percepciones sobre distintos aspectos culturales identificados por la familia. Por lo anterior, debemos considerar que esto influirá en nuestro autoconcepto y en nuestra sociabilización.
Por otro lado, estas influencias también se reflejan en la forma en que miramos a otros sistemas familiares, cuando algo nos parece extraño o fuera de lugar ¿realmente lo es? O simplemente no es a lo que se nos acostumbró…
Conclusiones
En conclusión, la familia es de vital importancia para la construcción de la identidad, por lo cual la psicología sistémica ofrece un enfoque valioso para comprender las influencias familiares en la persona, las raíces familiares moldearán no solo nuestros comportamientos, sino también nuestra esencia más profunda, al dar cuenta de esto no solo iluminamos las dinámicas que dan forma a nuestra identidad, sino que también abrimos puertas hacia la resiliencia y la posibilidad de reescribirnos a nosotres mismes. Es por esto que destaco la importancia de examinar las dinámicas familiares para comprenderse une misme de manera más holística.