Dibujo y salud mental: Un viaje terapéutico 

En momentos en que el estrés, la ansiedad o la angustia nos abruman, el dibujo emerge como un recurso terapéutico valioso. Esta actividad no solo permite liberar tensiones acumuladas, sino que también crea un espacio de calma y autenticidad, ofreciendo un alivio significativo frente a las presiones del día a día.

No identificarse con pensamientos intrusivos

Uno de los beneficios clave del dibujo es la capacidad de distanciarse de pensamientos intrusivos que generan malestar. En lugar de quedar atrapados en ellos, el proceso creativo nos invita a dirigir nuestra atención hacia los trazos, colores y formas que vamos plasmando en el papel. Esta externalización tangible permite observar esos pensamientos desde una nueva perspectiva, disminuyendo su intensidad y ayudándonos a desconectarnos de su carga emocional.

El dibujo como meditación

Al sumergirnos en el acto de dibujar, fomentamos un estado de atención plena. Este enfoque en el movimiento del lápiz y los detalles de la creación lleva a la mente a aquietarse y fluir, alejándose de las preocupaciones cotidianas. Así, el dibujo se convierte en una práctica meditativa que ancla nuestra conciencia en el presente, generando un espacio de serenidad.

Externalización de emociones reprimidas

En ocasiones, nuestras emociones pueden sentirse abstractas o difíciles de verbalizar. El dibujo ofrece una vía para representarlas a través de formas y colores, permitiéndonos identificar y expresar esos estados emocionales. Asociar colores a sentimientos específicos —como el azul para la calma o el rojo para la rabia— nos ayuda a reconocer y procesar lo que sentimos. Además, observar nuestras emociones desde una perspectiva externa facilita comprenderlas con mayor claridad y objetividad.

En definitiva, el dibujo no solo es un medio para expresar, sino también para explorar y procesar nuestras emociones de formas que trascienden las palabras.


ACTIVIDAD: Explorando Emociones Mediante el Dibujo

Esta actividad está diseñada para ayudarte a conectar con tu mundo emocional a través de la expresión artística. ¡Permítete disfrutar del proceso creativo!

Preparación:
Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas trabajar sin distracciones. Ten a mano una hoja de papel blanca y lápices de colores o marcadores.

1. Etapa de Focalización
Cierra los ojos y realiza respiraciones profundas durante 3 a 4 minutos. Enfócate en las sensaciones de tu cuerpo y reflexiona sobre las emociones o sentimientos que han predominado en los últimos días.

2. Etapa de Colores
Asocia cada emoción identificada con un color que sientas que la representa. Por ejemplo, azul para la calma, rojo para la rabia, verde para la alegría, etc.

3. Etapa de Creación y Exploración
Con los colores elegidos, comienza a dibujar de manera intuitiva. Deja que los trazos fluyan libremente y experimenta con diferentes técnicas y movimientos. Permite que el proceso se convierta en una experiencia sensorial sin preocuparse por el resultado final.

4. Etapa de Conclusión
Tómate unos minutos para observar tu dibujo en su totalidad. Nota los colores, formas, texturas y cómo se conectan con tus emociones. Reflexiona:

  • ¿Qué intentas expresar?
  • ¿Cómo este dibujo refleja lo que sientes?

Esta última etapa te invita a profundizar en tu mundo interior, utilizando el arte como una herramienta para explorar y comprender tus emociones desde una nueva perspectiva.


El dibujo como herramienta para la salud mental
El dibujo no solo nos conecta con nuestra creatividad, sino que también abre la puerta a un autoconocimiento profundo, ayudándonos a manejar el estrés y procesar nuestras emociones de manera saludable. ¡Atrévete a explorar esta práctica!

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